He dudado si titular así o "Biografia", total el resultado es mas o menos el mismo, mostrar al mundo siquiera físicamente y con algunas palabras a Ripley, lo que me recuerda una conversación recurrente que tenía mi preceptor en el colegio con mis padres.
-"El chico tiene potencial, pero lo desperdicia a manos llenas. En las clases se ausenta mentalmente, deja de estar, se evapora salvo en dos o tres asignaturas, aquellas que de verdad captan su atención y en las que sobresale extraordinariamente o durante los recreos donde tiene una irresistible necesidad de que se fijen en él y destacar. Que se note que está y es de los mejores. Como en los deportes"
Esto ocurría una vez al trimestre aproximadamente cuando yo iba a casa con la torta de suspensos y mi madre lloraba desconsolada sin comprender a ese hijo, al tiempo que me castigaba prohibiéndome un montón de cosas. Que lo uno no quitaba lo otro.
Un tipo raro que aprende por imitación. Un cero absoluto con los números pero con buena memoria para recordar cifras y datos inútiles, cierta cultura producto del interés por aquellas dos o tres asignaturas y por su gusto por la lectura y una innata curiosidad por aprender todo por absurdo que fuera o fuese. Y sí, era un niño muy preguntón.
Un sujeto tranquilo de carácter, sosegado, tan pausado que a veces se le acusa de no tener sangre en las venas. Envidioso de las virtudes de los demás. Poco activo físicamente pero bueno eso es ahora con la enfermedad porque en el colegio participaba en todo y destacaba sobre todas las cosas jugando al frontón.
Un tipo de letras que en los ochenta se puso a estudiar informática porque parecía que aquello iba a ser el futuro y pensando en el futuro Ripley soñaba con montar su propia academia mientras programaba en Cobol, A su modo de ver el lenguaje mejor estructurado de todos cuantos había probado.
Este loco soy yo, pura contradicción, un piscis al que no le gusta el mar, que no se comprende a si mismo, una pregunta constante, siempre con un por qué en los labios. Y lo más importante que nunca ha hecho daño a nadie. Un vecino anticuado en las costumbres, cuidadoso en los buenos modales, una especie de perfecto ciudadano -como diría Juan Perro-. Liberal y conservador, nudista, fetichista y católico no ejerciente a quien ponen triste las navidades actuales porque se ha perdido el espíritu de lo que se celebra. Un tipo que en ocasiones llora porque llorar es liberador y poco más.
La foto. Tenía ganas de un retrato y de estrenar mi trípode de reciente adquisición y estaba loco por usarlo así que no se me ocurrió nada mejor que fotografiarme a ver que tal y ya, esa es toda la historia. Sí ya se lo del fondo y tal pero ya digo era una prueba. En realidad lo importante es el sombrero.